Hoy os voy a hablar de un
discreto restaurante, situado en la calle Ercilla, frente al paraninfo. No es
que haga unos platos exquisitos, ni sea de alta cocina, pero tiene un punto a
su favor que le hace grande, y es que, salvo que seas raro, pero raro raro, su
comida gusta a todo el mundo.
Todo comenzó hace un par de
semanas, cuando nos reunimos para ir a ver un monólogo de Santi Millán, que
dicho sea de paso, es un cardo, y de los borriqueros, y además su acompañante
tenía más gracia que él.
Los días previos habíamos
acordado que después del show podíamos ir a cenar, y escogimos este por su
sencillez, precio ajustado y porque a todos nos parecía bien.
Hacía tiempo que no iba,
concretamente desde el 6 de diciembre, pues llevé allí a la familia a celebrar
el cumpleaños.
A la hora de la cena hay 2 turnos
de reserva, y por el horario del show escogimos el segundo, a las 11 de la
noche, aunque finalmente pudimos entrar un poco antes, menos mal, pues las
masas estaban hambrientas, y corría más peligro que Rick en The Walking Dead.
Por una vez, y sin que sirva de
precedente, planteé la opción de compartir, pues las sartenes son bastante
generosas, y con una para cada dos, hay más que de sobra. Pero no se si lo
hicieron para llevarme la contraria o qué, al final se compartieron unas
croquetas, y cada uno escogió su propia sartén.
Croquetas para todos |
No he comentado en qué consisten,
pero son los huevos rotos de toda la vida, un par de huevos fritos, muchas
patatas fritas, y en función del color que escojas, un condimento principal, de
ahí que suela gustar a todos.
Marta y yo nos decidimos por una
clásica, la que nunca falla, la Roja. No, no estoy hablando de la selección,
hablo de la que lleva jijas, muy ricas, con buen sabor, aunque como podéis
imaginar, no muy saludables…
Yo soy fiel a la Roja!!! |
Quique se pidió una negra, no, no
penséis mal. Ya sea en croqueta, para pincho o en sartén, muy fiel a sus
principios culinarios, escogió la que llevaba morcilla.
Chocolat morcilla? |
También se pidieron un par de
sartenes grises, con gulas, que a mi no me llaman nada, pero se comentaba por
la mesa que estaban muy bien.
Quizá a la próxima |
Para los que opten por una opción
más vegetariana, se puede pedir la verde, con pimientos. Aunque para eso, yo
prefiero una ensalada, pero es cuestión de gustos.
Verde que te quiero verde |
Como podéis comprobar por las
fotos, el tamaño de las raciones es bastante grande y de aspecto muy apetitoso.
No puedo dejar de comentar el precio, que ha subido desde los comienzos, aunque
a mi me sigue pareciendo barato, en función del color que escojas rondan los 7
u 8€.
Si os gusta este tipo de comida
no dudéis en pasar por allí, seguro que repetiréis.
En efecto, el Santi ese no tiene ni pizca de gracia, el espectáculo duró 100 minutos (eso decía mi Omega) y el estuvo "actuando" 45, a mi me da la impresión de que ha venido a reirse de Santander, no canta un carajo y el precio no es barato (aunque a mi me salió gratis). Lo que dices lo mejor:la cena.
ResponderEliminarMe equivoqué en la lectura del crono, son 75 minutos lo que dura, 30 del salao y 45 del soso; y a las 10-20 a la p. calle.
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