miércoles, 17 de junio de 2015

TRANSVULCANIA 2015

Hace un mes y medio de la prueba, pero he querido dejar reposar cuerpo y alma antes de escribir esta crónica.
Las expectativas eran muy altas, y solo anticiparé que para bien o para mal, Transvulcania no deja indiferente a nadie.
Llegamos a la isla de La Palma el 8 de Mayo, con tiempo suficiente para degustar la comida canaria, recoger el dorsal, disfrutar del ambiente previo, y la obligada cena de pasta.

Recogida de dorsal. Estamos en Twitter!!!


La meta 27 horas antes...
Suena el despertador, son las 2:15 de la mañana, todo está preparado, camelbak, geles, playeras, manta térmica, frontal y resto de material obligatorio. Desayuno ligero y al autobús.
El calor inunda la calle, y se ve bastante gente en dirección a la parada, cuando llego la cola es enorme, antes de montarme habrán partido unos 10 autocares.
70 minutos me separan del Faro de Fuencaliente, donde está Alberto, que lleva un buen rato esperando.
El viento es fuerte y frío, y a pesar de la animación la espera se hace larga. Extrañamente no estoy nervioso, la falta de entrenamiento, debido a mi episodio con la ampolla, la posterior pereza y otras motivos hacen que vaya carente de presión.

Vamooooonoooooooos!!!!
Por fin llega el ansiado momento, son las 6 de la mañana y Depa da la salida, estamos bien colocados, pero la gente sale muy rápido, y entre empujón y empujón me voy quedando atrás, de manera que no consigo evitar el tapón inicial. El primer kilómetro lo hago en 20 minutos, pero más vale asegurar, alguno por delante de mío se pasó de listo (o de tonto, según se mire) y cayó contra una piedra afilada, en fin, yo pensaba que en esto de correr por la montaña había más solidaridad y había un rollo diferente, pero hay gente que nunca aprende.
La famosa serpiente multicolor es un espectáculo digno de ver, y cuando echando la vista atrás pude disfrutar de ella en todo su esplendor (si, había gente detrás de mi aunque no lo creáis).
Los primeros kilómetros son una larga ascensión, que te elevan desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altura, mucho caminar, y mucha procesión. Yo que estoy acostumbrado a correr solo no disfruté de tanta gente en fila india.
Llegué al Refugio del Pilar a las 10:30, con 30 minutos de adelanto sobre el tiempo de corte, donde aproveché para quitarme el cortavientos, tomar algo de fruta y quitarme la arena volcánica de las zapatillas.
El siguiente tramo era bastante corrible, con una pista llana y amplia, pero la alegría duró poco, y en el puerto del Reventón, hacia el kilómetro 32 se volvía a ascender notablemente. Un cartel anunciaba el siguiente avituallamiento a 12 km, pero realmente fueron 17, y muy duros. Con el sol luciendo en todo lo alto, mucho desnivel y cansancio acumulado. Llegué con las reservas muy escasas de agua.
Este fue uno de los puntos clave de la carrera, fui al centro médico de asistencia, a ver si tenían algo para las ampollas, allí pude ver otra parte de la carrera, la de la gente que está jodida de verdad, tirada en el suelo con la manta térmica y escalofríos, apenas sin poder sostener un vaso. La de gente que tiene pinchazos en la tripa (según me enteré más tarde puede ser un síntoma de paro cardiaco), la de gente que necesita conectarse un gotero, puedo afirmar que me dio respeto.
Por suerte para mi, uno de ellos me ofreció un compeed para el inicio de ampolla que llevaba un rato molestándome.
Aproveché para comer y recargar agua, mientras la gente consultaba si el cierre en el Roque era a las 17 ó 18 horas, no lo sabían ni en la propia organización. Una hora podía marcar la diferencia entre finalizar o no, así que sin más miramientos decidí marcharme.
Y fue lo mejor que pude hacer, este tramo no se me olvidará jamás, corrí todo lo que pude, lo di todo hasta vaciarme, adelantando gente, que seguían comentando el tema del cierre del control.
Impresionante la imagen en mi retina de la hilera de gente por el barranco, con la Caldera de Taburiente a nuestra izquierda, y corriendo todo lo que podía haciéndome hueco para llegar al control.
Aún recuerdo un palmero alentando a todos los que estábamos allí, a voz en grito: ¡Dicen que nos regalan una hora para llegar, pero no la queremos! ¡Vamos que podemos!
Al rato veo la cúpula del observatorio, está lejos y no sé calcular la distancia, pero al lado está el dichoso autobús. El autobús que bajara a los Llanos a todo aquel que no pase el control. Quito la imagen de mi cabeza y sigo tirando. Más tarde una cuesta en zigzag y gente animando: “Tranquilos que ya estáis aquí!”.
Un último esfuerzo y atravieso la alfombra. 5 minutos antes del cierre. Según escribo estas líneas me emociono al recordar ese momento. Sabía que ya estaba hecho. Un poco de agua, fruta y llamada de rigor.
El resto es historia, bajar de 2.400 metros hasta la playa, donde están Marta y Alberto animando, y un último repecho de 300 metros de desnivel antes de entrar en los Llanos a las 10 de la noche, 16 horas y 35 segundos más tarde…
En el momento sentí un vacío enorme, pensaba, si puedo hacerlo yo, cualquiera puede hacer lo mismo, y me juraba a mi mismo que no volvería jamás a Transvulcania.

Puedo garantizar que la sonrisa es postiza. Joder como sufrí...
Hoy puedo asegurar que si tengo ocasión volveré.
Puedo asegurar que dos son las claves para haber podido ser finisher en esta edición. La amabilidad del palmero que me ofreció sus compeed, esa amortiguación evitó que incrementara la ampolla y el dolor.
Y la segunda pero no menos importante, las fotos. No detenerme a sacar ni una sola foto, si hubiera parado quizá no hubiera pasado aquel control.
La isla al completo
El guerrero nº 1.000
   

jueves, 12 de marzo de 2015

UNA GURRIANA ACCIDENTADA

Desde el 22 de Noviembre hacía que no publicaba una entrada en el blog. Hemos vivido desde entonces un cambio de año, hemos cumplido un año de blog (que lógicamente ha pasado desapercibido), hemos comido en numerosos restaurantes, algunos conocidos, y otros nuevos, pero no hay nada como el comienzo de la temporada de trail para animarse a escribir. Así que aquí estoy de nuevo para relataros la experiencia vivida este 8 de marzo en Carrejo, en la primera edición de la Gurriana Trail.

Me había apuntado con un compañero de trabajo para hacer la GT 40, que ronda los kilómetros propios del título, mientras otros dos compañeros de entrenamiento, L e I, se habían apuntado a la GT 20. Allí nos reuníamos poco antes de las 9 de la mañana, hora en que comenzaba el evento.

La prueba comenzaba puntual y sonaba Queen de fondo para animar al personal mientras recorríamos los primeros metros por la recta de Cabezón, muy similar el recorrido al inicio del Soplao. Nunca se me olvidará la imagen del compañero con una taza colgando de la mochila (parte del material obligatorio, vaso plegable) cual legionario en Melilla, y no se trata de una canción de Sabina.

Los primeros kilómetros los realizamos a un ritmo pausado, pues se trata de una parte muy dura, y a pesar del buen clima que había imperado desde el jueves, parte del terreno estaba embarrado, y había riesgo de caída. En el kilómetro 5 en vez de bajar por el temido cortafuegos, se sigue de frente, cumbreando durante 7 kilómetros más, para posteriormente comenzar un prolongado descenso. Llegamos al avituallamiento del kilómetro 17, donde hicimos una parada para reponer líquidos y descansar dentro de lo que cabe.

Avituallamiento km 5
 A continuación nos metimos en una zona boscosa, llena de ramas caídas y muy embarrada, que se hizo un poco pesada. Al poco comenzó un fuerte descenso, por un terreno muy árido y arenoso, lleno de pequeñas piedras. Ahí comenzó mi declive, pues empecé a notar un ligero dolor en el talón del pie izquierdo, que iba incrementando poco a poco. A pesar de ir bajando, iba mucho más lento que antes, la distancia entre ambos se iba incrementando. Sufriendo llegué al avituallamiento del kilómetro 22, en el pueblo de Bustriaguado, donde nada más llegar me ofrecieron para comer y beber, pero lo primero que hice fue quitarme la playera para sacar esas piedras que me estaban molestando. Al retirar también el calcetín pude ver la gravedad del asunto, se me había formado una ampolla que ya estaba en carne viva. La cara de los asistentes era todo un poema, casi peor que la mía, me atrevo a decir.
Mientras me atendían en la ambulancia para una cura de urgencia tenía que tomar una decisión, si tratar de continuar otros 5 kilómetros hasta el próximo avituallamiento o la temida retirada. No sé que me ayudó a tomar la decisión, si la bronca de la M al llegar a casa en caso de continuar, si fue el escozor en la ampolla mientras me curaban o un asomo de buen juicio para descansar en vistas a pruebas futuras.
Mira que a mí me gusta apelar a la épica, y que los que hacemos esto disfrutamos sufriendo, pero el caso es que opté por la retirada para no agravar más la herida. En fin, otra vez será.
Argh! Qué dolor
 Desde aquí quiero mandar un saludo a Isma, y desearle una pronta recuperación.

Y mi enhorabuena a Alberto, que quedó 4º en el Trail de Castillo Pedroso que se celebraba el mismo día.

Resumen de la actividad

sábado, 22 de noviembre de 2014

CAMBIANDO EL MUNDO

Saludos a todos nuestros lectores. Se que muchos de vosotros no podíais conciliar el sueño, preguntandoos que será de nuestro blog, y ante el aluvión de mails, whatsapps y llamadas hemos decidido resucitarlo de nuevo.
Así que aprovechando mi re-espiritualización tras el viaje a Nepal, que me he emocionado viendo el anuncio de la lotería, y que, estando tan cercanas las Navidades, y su espíritu solidario, queríamos anunciar desde aquí nuestro nuevo proyecto y pediros ayuda para llevarlo a cabo.

A estas alturas, os estaréis preguntando de qué estoy hablando, se trata de la TRAIL WALKER MADRID 2015. A continuación os voy a exponer las características de la prueba:

- Recorrido: 100 kilómetros en un máximo de 32 horas (si andas a 3 kilómetros por hora se puede hacer, por lo que no es muy exigente y se puede apuntar cualquiera que tenga ganas)
- Cúando: 20 y 21 de junio (os aviso con tiempo, así que si trabajáis en fin de semana id pidiendo los días para asistir)
- Dónde: Valle de Loyoza y Sierra de Guadarrama (accesible fácilmente en automóvil)
- Desnivel: El punto más bajo, Rascafría, está situado a 1.163 metros y la cota máxima es de 1.734 metros. El desnivel positivo asciende a 1.728 metros (en 100 kilómetros, pan comido)
- Inscripción: antes del 15 de junio (pero ya os estoy avisando con tiempo, cuanto antes, mejor)

Aquí os dejo una foto del perfil

Quién dijo miedo?


Y aquí otra del recorrido

Recorrido circular
Hasta el momento nada nuevo respecto a otros eventos anteriores, pero es que lo bueno viene ahora. La prueba se realiza por equipos, constando éste de 4 marchadores y 2 personas de apoyo en un coche, que proveerán al resto de barritas energéticas, agua, bebidas isotónicas, ropa de abrigo o lo que sea menester. Es decir, la excusa perfecta para pasar un fin de semana con grata compañía.

Pero esto no es todo!! El equipo ha de recaudar 1.500€ en forma de donativos para poder participar. Para ello la organización facilita un página web para gestionarlo, y te aporta un número de teléfono para que la gente envíe SMS, en plan… “envía un SMS al 5585 con las palabras APOYA DMPORRUA TRAIL WALKER 2015”.

Esos donativos los gestiona Intermon OXFAM en su lucha contra la pobreza y el hambre, para ello los equipos se comprometen a conseguir donativos, que Oxfam Intermón destina a más de 400 proyectos de cooperación, acción humanitaria, comercio justo y sensibilización, en 50 países.

Te lo vas a perder?


martes, 9 de septiembre de 2014

BEER, BIER, LA BIÉRE, BÝRA, BJÓR

Seguro que no sabéis idiomas, pero os podéis imaginar de qué voy a hablar esta semana, en efecto, de nuestra querida amiga, la cerveza.
Gracias a Eduardo me enteré de que el viernes 5 de septiembre habría una cata de cervezas en El Tercer Tiempo, tienda en Santander dedicada a la importación. Ya la conocía, pues había aprovechado para hacer algún regalo e incluso para consumo personal.
Ya sea viendo un partido, sentados en una terraza o en cualquier otra actividad, ésta nos pareció una excusa perfecta para acercarnos y tomarnos unas birras. El precio era de 20€ e incluía la ingesta de 6 variedades diferentes amenizada por la charla del experto Pedro Martínez.
El evento comenzaba a las 20:30 horas, y ahí estábamos bien puntuales, aunque se demoró unos minutos dando tiempo a llegar al resto de asistentes, hasta conformar la mesa de 12 participantes.
Una vez todos reunidos el experto comenzó dando una charla de presentación, y al poco introdujeron la primera cerveza, una Camba Bavaria Summer Ale de color dorado y 3,9 de volumen alcohólico. La curiosidad fue que la tomamos en porrón, con lo que rompía en la garganta otorgando todo su sabor.
A continuación nos explicó el proceso de elaboración, mientras degustábamos una Kaltenecker Kras 10º, cerveza eslovaca tipo Pilsner de 4% de alcohol, servida en botella de 50 cl.

Maestría sirviendo la cerveza
Posteriormente, mientras Pedro resolvía dudas sobre la fermentación pasábamos al producto nacional, la Yria-Guinea Pigs! de estilo golden ale y 5% de volumen alcohólico.
Y llegó la cuarta de la noche, una Anchor Porter, cerveza negra de 5,6% servida en botella de 35,5 cl., medida extraña, quizá debido a la procedencia estadounidense. En mi modesta opinión la peor de la noche, con un regusto a regaliz y café que no me atraen nada.
A continuación nos sirvieron una Adnams Jack Brand Innovation, cerveza inglesa de estilo IPA (acrónimo de Indian Pale Ale) con una graduación de 6,7. Muy amarga, pero según comentarios del experto, a medida que se va tornando tibia la temperatura, el amargor comienza a ser más agradable en boca.
Y ya por último nos sirvieron una cerveza belga de temporada, fabricada durante el invierno para su consumo en verano, muy al estilo de una sidra o un vino muy ligero, se trata de la Saison Biologique, servida en botella de 75 cl. con un volumen de 3,5%. Muy ligero para su consumo veraniego.

La mejor de la noche
Una vez se finalizó la cata en sí, nos sacaron unos canapés, y por si aún estábamos sedientos, acompañados por las cervezas que habíamos degustado anteriormente. Momentos que aprovechamos para confraternizar con los compañeros y hablar con Pedro sobre producción y otros temas muy interesantes.

¿Pero todo esto me he bebido?

Una velada muy agradable que dimos por finalizada hacia las 12 de la noche, momento en el que dijimos adiós.

sábado, 6 de septiembre de 2014

20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO

Tras el fin de las vacaciones y de la jornada de verano estaba un poco desanimado, pero vuelvo a la carga para contar la experiencia que ya os anunciábamos hace un mes en nuestra anterior entrada Aventura Submarina. Se trata de nuestro bautismo de buceo.
Habíamos reservado plaza para 4 personas el sábado 23 de agosto, con la empresa Mouro Sub, situada en el polígono de Raos, al final del espigón (hacemos publicidad porque han sido muy simpáticos, nos han tratado muy bien, y como podéis comprobar volvimos sanos y salvos).
Nos presentamos allí los cuatro valientes, Carla, Flipi, Marta y yo un cuarto de hora antes, tiempo que aprovechamos para otear la tienda e inscribirnos (nº tfno, persona de contacto en caso de accidente, etc.) y al rato nos hicieron entrega del equipo para cambiarnos en el vestuario.
Botines y traje de neopreno, de 5,2 milímetros, que al salir al sol hacían que nos cociéramos poco a poco, un día inmejorable para la práctica del buceo.
Nos juntaron a todos afuera, unas 16 personas para bautismo de buceo y unos pocos más que hacían salida por su cuenta para explicarnos unas nociones básicas del funcionamiento del equipo y de medidas de seguridad, aunque una vez en el agua son ellos quienes manejan el chaleco y demás instrumentos.
Una vez finalizadas las explicaciones nos montamos en la lancha, surcando las aguas de la bahía con nuestro destino en el horizonte, la isla de Mouro. A medida que nos vamos acercando los nervios aumentan, y el calor es tal que las gotas de sudor traspasan el traje, muy al estilo Camacho en la selección.
Por fin llegamos, fondeamos y las chicas deciden lanzarse en primer lugar al agua, no quieren prolongar durante más tiempo la agonía de la espera, así que las ayudan a ponerse el lastre, chaleco, aletas, botella y regulador, y chaf! al agua de espaldas. Observamos la maniobra desde la zodiac bajo el calor abrasador, deseando que llegue nuestro turno. Al poco veo a Marta en la superficie junto a la proa de una de las lanchas, un instructor la está diciendo algo, me da la sensación de que no se encuentra muy a gusto, pero parece que se decide y se sumerge.
Ha pasado poco más de media hora y las primeras personas que se lanzaron vuelven del fondo marino, así que quedan equipos libres para nosotros. Nos ayudan a ponernos todo el equipamiento y por fin impactamos contra el agua. Estoy acostumbrado a respirar por la boca con el snorkel, pero el aire de la botella parece más fresco. Voy nadando poco a poco hasta la proa, donde me agarro al cabo del ancla y comienzo a descender lentamente mientras aplico la maniobra del Valsalva.
Cuando hemos descendido unos dos o tres metros aproximadamente el monitor me indica que me suelte, así que comienzo a bucear mientras él desde detrás va manejando el chaleco.
La claridad bajo el agua es absoluta, comienzo a divisar peces y a pasar a su lado, sorprendentemente si no tratas de cogerlos no se inmutan, y siguen su trayectoria como si nada. De vez en cuando me señala alguno digno de ver, o directamente desinfla el chaleco para descender a ver algo. A pesar de que voy sujeto, no noto nada y la sensación de libertad es total.
Al cabo de un rato comenzamos a seguir a Flipi, la monitora ha abierto un erizo de mar y los peces han ido a comerse el interior vorazmente, una lástima haber llegado al final del espectáculo. Vamos detrás de ellos, pasando entre una especie de garganta para finalmente subir a la superficie.
Lo primero es quitarse el lastre, botella, chaleco para finalmente subir a la zodiac. Arriba está Carla, quien no tiene muy buena cara, y al poco llegan Flipi y Marta, que debido a su miedo inicial se ha tirado el tiempo de dos personas para bajar, vaya suerte! Y encima ha podido ver un cabracho!
Ha sido realmente una experiencia impresionante, la sensación de respirar bajo el agua observando las maravillas del fondo marino.
Si hubiera que poner pegas en primer lugar he de mencionar la sensación de dolor en los oídos, quizá fuera porque no realizamos adecuadamente la maniobra de Valsalva, pero el dolor abajo del todo era molesto, y la sensación una vez estás fuera no es muy agradable. Y en segundo lugar, el precio, son 60€, que inicialmente  parecen un poco caros pero que si te paras a pensar, te están alquilando el equipo, rellenando la botella, llevando en una zodiac con un monitor solo para ti y ofreciéndote una experiencia inolvidable con lo que ese precio se queda bastante ajustado.

Asi que, como dijo Schwarzengger en Terminator, volveré!

martes, 12 de agosto de 2014

RUTA DEL QUESO DE IDIAZABAL

Como entrenamiento para nuestro viaje a Nepal hemos decidido tomarnos unas pequeñas vacaciones en pleno mes de agosto, y en vez de ir a un destino de playa nos hemos venido a Guipúzcoa para realizar la ruta del queso de Idiazábal, parte del GR-283 y del camino de Santiago.
Son casi 96 km que han de realizarse en 6 etapas, pero como nos faltaba un día de vacaciones hemos comprimido 2 etapas en una para poder completarla.
Acabamos de llegar al pueblo de segura en cuyo hospedaje nos han dejado la mochilita con el kit d inicio que consta de pasaportes, mapas, camisetas y un delantal para cocinar sino quesos buenos platos caseros.
Después de hablar con la regente del lugar hemos acordado madrugar y desayunar a las 7h con el fin de comenzar a las 7:30h nuestra primera etapa.
Permaneced atentos al blog pues cada día iremos actualizando esta entrada con las peripecias de la jornada.

ETAPA 1 Segura-Arantzazu

A las 6:40h sonó el despertador, tras desayunar, preparar las mochilas y adquirir unas viandas comenzamos el camino.
El día parecía ligeramente despejado pero ya la dueña de la casa rural nos había informado que la lluvia había estado presente desde las 3 de la mañana.
Pero sin perder la motivación y con ánimo e ilusión comenzamos a caminar por el GR-283 que se iniciaba atravesando el pueblo de Segura. No habíamos andado ni un kilómetro cuando, mierda!, nos hemos olvidado la botella de agua, así que , David se desprendió de su mochila y bajo rápido a por ella.
Tenemos por delante 25 km pues hoy es el día que hemos decidido juntar dos etapas, y por fin nos ponemos en marcha.
El comienzo ha sido un poco complicado, pues en el pueblo la señalización no estaba muy clara y además no ha tardado mucho en ponerse a llover. Hemos recorrido el primer tramo en 3 horas y media, pasando los pueblos de Zerain, Mutiloa y dejando atrás Mirandaola, por pistas y senderos no muy complicados.

Parada en alto
Posteriormente hemos continuado por un sector de asfalto, en el pueblo de Motxorro, para llegar tras una ligera ascensión al embalse de Barrendiola.
A partir de aquí una dura ascensión hasta los 1.100 metros, pasando por refugios de pastoreo entre lluvia y niebla.
Dejando atrás la niebla
Finalmente hemos descendido hasta los 750 metros de altitud para tomarnos un merecido descanso en el pueblo de Arantzazu, en el municipio de Oñati, conocido por el Santuario, donde dicen se apareció la virgen que da nombre al pueblo.

ETAPA 2 ARANTZAZU - ETXEGARATE 

Hoy hemos vuelto a levantarnos pronto pues nos esperaba una jornada larga, 20,7 km con más de 2000 metros de desnivel acumulado.
Hotel en Aranzazu con vistas al santuario
Hemos partido con Ignacio, a quién hemos conocido anoche, y está haciendo otra ruta por la zona.
Hemos comenzado con una subida prolongada durante 4 km hasta alcanzar los 1200 metros de altitud, cota máxima en toda la ruta, en Urbía. Allí había un estupendo bar, pero como era demasiado pronto no nos hemos detenido, eso sí, ganas no faltaban.
El frío y la niebla hacían acto de presencia durante los siguientes 7 km, en cuyo final nos hemos despedido de Ignacio, que se dirigía a Araia.

Niebla cerca de Urbía
El camino daba paso a una calzada romana hasta llegar a San Adrián, paso de reyes, bandoleros y campesinos siglos atrás. 

El paso de San Adrián
A continuación hemos atravesado un bosque de hayedos y pinares, perteneciente al parque natural de Aizkorri, donde hemos aprovechado para comer en un merendero rodeados de vacas y caballos, que se agrupaban al galope.
Tras un esfuerzo final, hemos recorrido los 6 km que nos faltaban hasta llegar a Etxegarate, final de la etapa, donde vamos a hacer noche, junto a la frontera navarra.

ETAPA 3 ETXEGARATE - LIZARRUSTI 

El alojamiento no ha sido ni tan cómodo ni tan bonito como en días anteriores, así que estábamos despiertos desde bien temprano y hemos aprovechado para salir con el frío mañanero.
Hoy teníamos por delante una etapa sencilla, de unos 15 km y 5 horas de duración, que nos vendrá bien para recuperar.
Hemos salido a las 8 de la mañana, dejando atrás la carretera para comenzar una suave ascensión entre un campo de helechos que dificultaban el paso e impedían la visualización de las señales en el camino. 

Amanecer
Al poco nos hemos adentrado en un bosque. El día era estupendo y los árboles daban la sombra precisa para disfrutar la caminata. 

943 m. de altura
Eso sí, hemos encontrado barro, hasta el punto de resbalar inoportunamente cerca de Lizarrusti, donde hemos llegado a las 13 horas para comer y descansar.

ETAPA 4 LIZARRUSTI - ORDIZIA

Hemos hecho noche en un albergue de montaña en el parque natural de Aralar, entre Guipúzcoa y Nafarroa, en total éramos 3 personas para dormir.
Hemos vuelto a madrugar pues teníamos  por delante una larga etapa de casi 24 km.
Comenzamos con un sendero facilito hasta llegar al embalse de Lareo.

Lástima no poder darnos un bañito
Continuamos la senda siguiendo las indicaciones, pero nuestro GR se fundía con otro PR y hemos terminado perdiéndonos, afortunadamente contaba con una app en la que me había descargado la ruta y no hemos tardado en darnos cuenta, pudiendo rectificar sin pérdida de tiempo.
En ese momento la lluvia arreciaba y la niebla volvía a perseguirnos, pero no nos ha impedido ver un dolmen megalítico en un estado de conservación magnífico.
Afortunadamente el mal tiempo no duró mucho y pudimos hacer una pequeña parada en un alto con buenas vistas.

Cómo sonrío, pero que cansada estoy...
Hemos descendido perdiendo bastante altura hasta la central hidroeléctrica de Arkaka, viendo por el camino caballos, vacas, jabalíes y las ovejas latxas con las que se hace el queso de Idiazabal.
Hacia las 14:15 llegábamos a Ordizia, fin de la etapa, pero aún nos quedaba encontrar el hotel, que se encontraba a 3 km de nuestra posición, otros 35 minutos más con los que no contábamos. Afortunadamente los descontamos de la etapa de mañana, que dará fin a la aventura.

ETAPA 5 ORDIZIA-SEGURA

Ya es Domingo y llega a su fin nuestra aventura. Hoy como todos los días hemos madrugado y a las 8:15h ya estábamos desayunados y con las mochilas listas para comenzar nuestra caminata. El día se levantó con niebla pero como había dicho el parte meteorológico el sol no tardó mucho en salir. Esta etapa iba a ser más fácil que las anteriores ya que eran 13km que transcurrían en su mayoría por asfalto y de los cuales tres ya teníamos andados.
Inicialmente, perderse iba a ser complicado puesto que podíamos seguir tanto las señales rojas y blancas como las flechas amarillas del Camino de Santiago, pero justo casi al principio de la etapa, al final del pueblo de Beasain, las flechas amarillas que seguíamos no eran las correctas lo que nos supuso tener que volver casi al punto de partida y perder aproximadamente unos 40 minutos. 
El resto de la caminata transcurrió sin complicaciones, atravesando pueblos como Idiazabal lugar donde se sitúa el Centro de Interpretación del Queso que tras recoger el coche iremos a visitar.

Qué cerca de la meta!!
En este pueblo descubrimos que no somos los únicos que a veces pierden el norte de la ruta, pues allí nos encontramos con dos peregrinos despistados con quienes finalizamos los últimos kilómetros de nuestra etapa.
Una vez en Segura, recogemos no solo el coche sino también unos quesos que teníamos reservados para poder compartir con la familia. Poniendo finalmente, rumbo hacia el Centro de Interpretación donde nos encontramos con Igor, la persona que nos ayudó a organizar toda nuestra aventura y quien nos enseñoó amablemente todo el centro explicándonos cuales son los secretos que hacen que este queso esté tan rico y que os invitamos a descubrir si tenéis tiempo, y poniendo como broche final a nuestras vacaciones una rica cata de quesos.

TRAIL-CONSEJOS DE UNA CHICA DE ASFALTO EN LA MONTAÑA

Yo como mucha otra gente soy más de playa que de montaña y me llama más visitar las grandes y luminosas ciudades que los pequeños y tranquilos pueblos. Pero esta vez, por miedo a no ser capaz de coronar el Poon Hill del Annapurna decidí pasar estos cinco días de vacaciones realizando una ruta por la montaña con una mochila a cuestas que no sabría deciros cuanto pesaba pero que cuando la retiraba de mis hombros la ligereza que sentía parecía que me hiciese flotar :)
El primer día fue muy duro, hubo frío, lluvia, niebla y una terrible pero bucólica cuesta rodeada de ovejas que cuando la niebla se disipó y me permitió verla pensé echarme a llorar. Aquel momento no solo me hizo flaquear físicamente sino que mentalmente solo podía pensar "que diantres hago yo aquí en vez de estar en las playas de Cambrils poniéndome morenita??". Una vez superado este momento y coronada la primera etapa todo fue sobre ruedas, los paisajes indescriptibles, la gente encantadora, un buen acompañante durante el trayecto, la sensación de terminar cada etapa motivadora y tener mis pies en perfecto estado un milagro obrado por mis sportivas  :)
Así que, utilizo estas lineas para dos cosillas, la primera recomendaros la ruta, pues es perfectamente asequible para todo tipo de personas, los aventureros de espíritu que se inician por primera vez en la montaña, los novatos que han salido algo y quieren seguir probando y los expertos que quieran disfrutar de una preciosa caminata. Y lo segundo dar unos pequeños consejos para todas aquellas personas que como yo van a pasar del asfalto a la montaña.

1. Combinar unas buenas playeras y calcetines con Mepentol (ácidos grasos hiperoxigenados), aceite oleoso que te ayudara  a proteger la piel de tus pies
2. Llevar analgésicos que te permiten mitigar los pequeños dolores que puedan surgir, eso si, no quitan las agujetas por suerte, esas van desaparenciéndo con los días
3. Una buena aplicación en el móvil que te permita ver el track por GPS para asegurarte que no te desvías del camino sobre todo cuando la niebla te dificulta la visibilidad de las señales
4. Normalmente, a medida que asciendes la montaña el frío se hace notar y si llueve o hay niebla con más motivo, así que, unos buenos guantes, un buen forro polar y buen chubasquero son imprescindibles
5. Aunque parezca increíble lo que voy a decir repetir ropa como por ejemplo camiseta o medio lavarla en el lavabo del alojamiento puede ser totalmente factible y te evita peso en la mochila
6. Un buen palo es muy útil para las bajadas y las subidas tanto con barro como sin él
7. Pequeños elementos como una navaja multiusos, unas pinzas de la ropa y bolsas de plástico pueden ser muy útiles
8. Elegir una ruta acorde a tus posibilidades

Por supuesto, no os descubro América pero quizás a alguien le puedan valer mis palabras. Antes de despedirme os invito a contar vuestra experiencia en la ruta del Queso de Idiazabal o en cualquier otra ruta, a recomendarme rutas accesibles para poder repetir la experiencia y a darnos consejos para que la siguiente aventura sea todavía mejor.

MAMA, QUIERO SER COMO ALEXANDER SUPERTRAMP

Hasta ahora no había hablado de ninguna película, pero esta entrada la voy a dedicar a comentar un filme apasionante, que unido a la temática y a que por diversos motivos llevaba meses detrás de ella para poder verla, me ha resultado fascinante. Así que aprovechando las vacaciones he sacado tiempo para ver Hacia Rutas Salvajes, dirigida por Sean Penn y protagonizada por Emile Hirsch, actor desconocido para mí hasta este momento.

La película nos narra de un modo atemporal, y técnicamente impecable los dos últimos años de vida de Christopher McCandless, un joven norteamericano, hijo de familia adinerada, que en 1990, y a la edad de 22 años decide romper con todo y abandonar la vida aburguesada que lleva. Para ello destruye su tarjeta de crédito y dona sus ahorros de 24.000$ a la caridad, cogiendo su viejo coche para viajar por los Estados Unidos y adoptando el nombre de Alexander Supertramp.

La película nos relata los momentos más significativos de este viaje, como la pérdida de su automóvil durante un diluvio o su descenso en canoa por el río Colorado hasta llegar al golfo de México. Y cómo no, la “Odisea de Alaska” por la cual se hizo famoso Alexander Supertramp, adentrándose en la vasta tundra para sobrevivir por sus propios medios. Durante este periodo, Alex vive la lucha del hombre contra la naturaleza en el estado humano más primitivo, de máxima libertad.

El filme está basado en la novela homónima de Jon Krakauer, que a su vez está basada en hechos reales, a través de las anotaciones que se encontraron en el diario del joven Christopher.

Un drama aventura muy emotivo, que nos mantiene pegados a la pantalla con gran interés durante las poco más de 2 horas de duración. Y aunque ya conozcamos el final de antemano, no desmerece en ningún momento. De lo mejor que he visto últimamente, y que recomendaré a partir de ahora.

Ahora solo falta leerse el libro, que por cierto anotaré en la lista de cosas que pedir a los Reyes Magos.

La felicidad sólo es real cuando se comparte