miércoles, 17 de junio de 2015

TRANSVULCANIA 2015

Hace un mes y medio de la prueba, pero he querido dejar reposar cuerpo y alma antes de escribir esta crónica.
Las expectativas eran muy altas, y solo anticiparé que para bien o para mal, Transvulcania no deja indiferente a nadie.
Llegamos a la isla de La Palma el 8 de Mayo, con tiempo suficiente para degustar la comida canaria, recoger el dorsal, disfrutar del ambiente previo, y la obligada cena de pasta.

Recogida de dorsal. Estamos en Twitter!!!


La meta 27 horas antes...
Suena el despertador, son las 2:15 de la mañana, todo está preparado, camelbak, geles, playeras, manta térmica, frontal y resto de material obligatorio. Desayuno ligero y al autobús.
El calor inunda la calle, y se ve bastante gente en dirección a la parada, cuando llego la cola es enorme, antes de montarme habrán partido unos 10 autocares.
70 minutos me separan del Faro de Fuencaliente, donde está Alberto, que lleva un buen rato esperando.
El viento es fuerte y frío, y a pesar de la animación la espera se hace larga. Extrañamente no estoy nervioso, la falta de entrenamiento, debido a mi episodio con la ampolla, la posterior pereza y otras motivos hacen que vaya carente de presión.

Vamooooonoooooooos!!!!
Por fin llega el ansiado momento, son las 6 de la mañana y Depa da la salida, estamos bien colocados, pero la gente sale muy rápido, y entre empujón y empujón me voy quedando atrás, de manera que no consigo evitar el tapón inicial. El primer kilómetro lo hago en 20 minutos, pero más vale asegurar, alguno por delante de mío se pasó de listo (o de tonto, según se mire) y cayó contra una piedra afilada, en fin, yo pensaba que en esto de correr por la montaña había más solidaridad y había un rollo diferente, pero hay gente que nunca aprende.
La famosa serpiente multicolor es un espectáculo digno de ver, y cuando echando la vista atrás pude disfrutar de ella en todo su esplendor (si, había gente detrás de mi aunque no lo creáis).
Los primeros kilómetros son una larga ascensión, que te elevan desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altura, mucho caminar, y mucha procesión. Yo que estoy acostumbrado a correr solo no disfruté de tanta gente en fila india.
Llegué al Refugio del Pilar a las 10:30, con 30 minutos de adelanto sobre el tiempo de corte, donde aproveché para quitarme el cortavientos, tomar algo de fruta y quitarme la arena volcánica de las zapatillas.
El siguiente tramo era bastante corrible, con una pista llana y amplia, pero la alegría duró poco, y en el puerto del Reventón, hacia el kilómetro 32 se volvía a ascender notablemente. Un cartel anunciaba el siguiente avituallamiento a 12 km, pero realmente fueron 17, y muy duros. Con el sol luciendo en todo lo alto, mucho desnivel y cansancio acumulado. Llegué con las reservas muy escasas de agua.
Este fue uno de los puntos clave de la carrera, fui al centro médico de asistencia, a ver si tenían algo para las ampollas, allí pude ver otra parte de la carrera, la de la gente que está jodida de verdad, tirada en el suelo con la manta térmica y escalofríos, apenas sin poder sostener un vaso. La de gente que tiene pinchazos en la tripa (según me enteré más tarde puede ser un síntoma de paro cardiaco), la de gente que necesita conectarse un gotero, puedo afirmar que me dio respeto.
Por suerte para mi, uno de ellos me ofreció un compeed para el inicio de ampolla que llevaba un rato molestándome.
Aproveché para comer y recargar agua, mientras la gente consultaba si el cierre en el Roque era a las 17 ó 18 horas, no lo sabían ni en la propia organización. Una hora podía marcar la diferencia entre finalizar o no, así que sin más miramientos decidí marcharme.
Y fue lo mejor que pude hacer, este tramo no se me olvidará jamás, corrí todo lo que pude, lo di todo hasta vaciarme, adelantando gente, que seguían comentando el tema del cierre del control.
Impresionante la imagen en mi retina de la hilera de gente por el barranco, con la Caldera de Taburiente a nuestra izquierda, y corriendo todo lo que podía haciéndome hueco para llegar al control.
Aún recuerdo un palmero alentando a todos los que estábamos allí, a voz en grito: ¡Dicen que nos regalan una hora para llegar, pero no la queremos! ¡Vamos que podemos!
Al rato veo la cúpula del observatorio, está lejos y no sé calcular la distancia, pero al lado está el dichoso autobús. El autobús que bajara a los Llanos a todo aquel que no pase el control. Quito la imagen de mi cabeza y sigo tirando. Más tarde una cuesta en zigzag y gente animando: “Tranquilos que ya estáis aquí!”.
Un último esfuerzo y atravieso la alfombra. 5 minutos antes del cierre. Según escribo estas líneas me emociono al recordar ese momento. Sabía que ya estaba hecho. Un poco de agua, fruta y llamada de rigor.
El resto es historia, bajar de 2.400 metros hasta la playa, donde están Marta y Alberto animando, y un último repecho de 300 metros de desnivel antes de entrar en los Llanos a las 10 de la noche, 16 horas y 35 segundos más tarde…
En el momento sentí un vacío enorme, pensaba, si puedo hacerlo yo, cualquiera puede hacer lo mismo, y me juraba a mi mismo que no volvería jamás a Transvulcania.

Puedo garantizar que la sonrisa es postiza. Joder como sufrí...
Hoy puedo asegurar que si tengo ocasión volveré.
Puedo asegurar que dos son las claves para haber podido ser finisher en esta edición. La amabilidad del palmero que me ofreció sus compeed, esa amortiguación evitó que incrementara la ampolla y el dolor.
Y la segunda pero no menos importante, las fotos. No detenerme a sacar ni una sola foto, si hubiera parado quizá no hubiera pasado aquel control.
La isla al completo
El guerrero nº 1.000
   

3 comentarios:

  1. Con razón tenías que descansar el "espíritu" antes de escribir desde lo duro de la carrera "no volveré" hasta el si tengo oportunidad volveré, vamos que enias el mal de altura,
    Es lo que tienen las islas.

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  2. Con razón tenías que descansar el "espíritu" antes de escribir desde lo duro de la carrera "no volveré" hasta el si tengo oportunidad volveré, vamos que enias el mal de altura,
    Es lo que tienen las islas.

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  3. Sarna con gusto no pica......pero mortifica.

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